Seducción epistolar (III)

El (5):
"Buenas noches... Estaba repasando los correos que nos habíamos remitido y he visto que ni uno empezaba con el saludo ritual se tratase de día, tarde o noche...o cualquier otro de los "al uso". Y me ha parecido bien que, si seguimos con esta correspondencia, cambiar algunas cosas corriendo el riesgo, lo se, de volverme vulgar a sus ojos... a tus ojos. Continuando con este tono desenfadado y algo más próximo (debe ser el viento que sopla con fuerza lo que me impulsa a ello. No. Mentira. No es el viento. Es una extraña necesidad que tengo hoy) te hablaré o, más certeramente, te escribiré sobre cosas más sencillas, más mundanas. Te escribiré sobre sensaciones, intuiciones en definitiva, sentimientos. Si. Ese terreno es peligroso pero ¿sabes? estoy cansado de evidencias, de estrategias, de oir y leer una y otra vez lo mismo, de que las palabras que se dicen o escriben choquen ayer, hoy y mañana contra la pared de la realidad de los hechos. Y he creído, intuído que podrías ser una buena interlocutora para ello... ¿Por qué? Tal vez tu alma?... Quizá tu mente?... Me habrá llegado algún latido de tu corazón?. No lo se y, cuando te escribo estas letras, no se si lo sabré. Si. Confieso. Soy pecador. Un débil pecador y, por eso, te escribo este correo. Porque, finalmente, resulta que estoy hecho de la misma substancia que los humanos. Hasta ... ¡¡ ya sabes !! Un beso, descarado e irreverente y, sobre todo, una sonrisa. Aunque haya sido fugaz"
Ella (5):
"Felices días..
Repasaba sobre mis letras y las suyas ya pasadas?? y qué ha devenido de eso, además de saltarnos desde los inicios la formalidad de saludarnos el día, o desearnoslo bueno.. como si lo bueno, en realidad, no se pudiera leer impreso apenas una línea más abajo..?
No acepto el tratamiento a perpetuidad de cortesía, así que prefiero que me tutees desde ahora, tampoco acepto pasar por la cribadora de títulados o estultos que usted pretende, oiga.. eso es mucha responsabilidad para una persona como yo... tan ocupada, con este escaso momento lúdico que dedicarle.. ya usted sabe. Además confieso, soy perezosa, y cada día es peor..
Me gustará por tanto el viraje que le vaya a dar a sus escritos, contándome de sus sentimientos y pareceres.
De esa misma substancia estamos todos hechos, señor mío, aún no he conocido a nadie lo suficientemente divino.
Hasta la noche, que parece ser su hora más accesible..
Mi sonrisa, salvo casos escrupulosamente contados, suele ser perenne siempre que encuentro una misiva suya.. por si le sirve para dejar de fustigarse al menos por hoy. :)
Beso despreocupado y exhausto."
El (6):
"Espero haya pasado Ud. un agradable fin de semana... Tal vez se pregunte el porqué de mi vuelta a la fórmula de cortesía... Los antiguos latinos lo sintetizaron acertadamente hace ya mucho tiempo, "quid pro quo" (aunque imagino que anteriormente algún anónimo ciudadano lo diría en otra lengua). Si. Creo en que el trato próximo debe ser recíproco. No me gustan los desniveles... ¿Se imagina Ud. mirarse en diferentes planos? No se llegaría nunca a hablarse (en este caso, escribirse) a los ojos. Y yo necesito "ojos", entre otras cosas, para poder hablar o escribir "virando"... de sentimientos e, incluso, pareceres. Siguiendo el hilo de su correo, me escribe sobre su pereza... y cada día que pasa peor. Debo entender que su pereza se ciñe a otros menesteres de su quehacer diario y no a los que se refieren al alimento del espíritu. Si. Lo he escrito bien. Lo que, irrogándome un papel de intérprete de sus deseos que igual no me corresponde, Ud. desea con las palabras es que le alimenten el espíritu... o, caso de no creer Ud. en ello, algo similar. Además, su sonrisa que, y cito textualmente "perenne", así la delata... ;-). No me obsequie, pues, con su pereza, si quiere de mi ese alimento. Los sentimientos y pareceres son incompatibles con ella... Y debo agradecerle el que, los escritos que le dirijo, sean recompensados con su sonrisa. Viniendo de sus manos es todo un cumplido que, por supuesto, en un ser tan vanidoso como yo causa efecto. Claro que no espere que yo le hable de sus muchas virtudes unas evidentes, otras intuídas. Hablarle (escribirle) sobre ellas barrunto que no sería de su interés por dos motivos. Uno porque ya es consciente de ellas y otro porque podría interpretar que se despertó en mi el "cazador" que llevo dentro. Y nada más lejos de mi intención el intentarlo. Yo también necesito de alimento para el espíritu y Ud. me lo está dando... aunque en pequeñas dosis... ;-)) Un beso por ello."
Ella (6):
"El fin de semana ha sido menos espeluznante de lo que a priori parecía, y además me encontré en una asamblea con un nombramiento que no esperaba, para mi propio sonrojo. En fin, no puedo contarTe mucho sobre el asunto, hasta que no sepa cómo han sucedido las cosas.
El caso es que, TE ruego me apees del tratamiento de cortesía, salvado el escollo por buena parte de mis sonrisas y otra buena cantidad de sus letras.
Adivinaste, mi infinita y creciente pereza solo afecta a aquellos menesteres más engorrosos, como el trabajo, en nada se refiere, ni me refiero yo al alimento de mi espíritu, como bien dices.. ojalá pudiera dedicarle el día, a ensoñaciones, lecturas varias, paseos ociosos, demoras bajo las sábanas.. en compañía, claro es, de otro morador de las mismas, de lo que se puede colegir, que no aspiro a imprimir huella en este mundo, más que las que deje sobre ciertas pieles, también me sirve el singular, pero nunca se ha dado en ese número.
No me preocupa el cazador que lleves dentro, ni me asusta, ni me amilana. Sí me preocupa que dejes de aparecer a vuelta de correo.. esa sustancia con que mi alma se nutre, caballero, ya sabes.
Beso sonreído"
2 comentarios
calma -
calma -
Besos, buen fin de semana